Durante toda la infancia pueden existir situaciones que faciliten la aparición de estreñimiento, incluso si es transitorio. Generalmente el problema se resuelve de forma natural en unos meses, pero puede crear una continua preocupación en los padres porque a menudo el niño reacciona con crisis histéricas de llanto.
Las causas que puede provocar el estreñimiento son varias: la incapacidad de relajar el esfínter anal, el tipo de alimentación (por ejemplo cuando se pasa de la leche materna a la leche formulada), la introducción de las primeras ingestas sólidas y un escaso consumo de fibras (poca fruta y verdura) o de agua. Otros momentos críticos pueden ser los viajes y las enfermedades, como la fiebre que deshidrata al niño.
De los 2 a los 4 años de edad con frecuencia el niño se opone a la necesidad de defecar y retiene las heces voluntariamente, incluso durante días. Esto aumenta la sequedad de las heces, las cuales, al ser más duras, son más difíciles de expulsar, con dolor durante su paso a través del ano. De esta forma se origina un círculo vicioso, pues el niño memoriza el dolor que ha sentido durante la defecación, reteniendo todavía más las heces para tratar de evitarlo.
Cuando es necesario ayudar a niños con un estímulo que haga menos difícil la evacuación, es importante disponer de un producto que ejerza una acción evacuante y que además alivie y proteja la mucosa rectal.
La acción local de MeliLax Pediatric permite el tratamiento del estreñimiento en esta delicada franja de edad.
¿CUÁNDO SE PUEDE CONSIDERAR QUE UN NIÑO PADECE DE ESTREÑIMIENTO?
Cuando las heces son secas y duras y se evacuan con poca frecuencia (menos de 3 veces por semana) y con dificultad y dolor.