Regularidad de los hábitos: es importante dedicar un poco de tiempo al intestino cada día. Preferiblemente cuando no hay prisa.
Regularidad de las comidas: es importante seguir unos horarios regulares para las comidas. Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede originar un comportamiento intestinal lento o irregular.
Consumo regular de fibras: en muchos casos el estreñimiento puede corregirse con una dieta rica en agua y fibras. Pues estas se unen con el agua, contribuyendo a aumentar el volumen de las heces. Por lo tanto es conveniente consumir más fruta y verdura, sobre todo porque aportan fibras solubles, y tomar cereales integrales en lugar de refinados.
Practicar actividad física con regularidad: es importante acostumbrarse a encontrar la manera de mantenerse en movimiento con constancia.
Regularidad y moderación: es necesario no tomar una cantidad excesiva de café o alcohol, pues ello favorece la deshidratación del organismo.